Lena

Después de la charla inicial y de pedir nuestras bebidas, le pregunté a Lena:"¿Tienes alguna pregunta?". "Pues sí", respondió, sacando su iPad. "De hecho, tengo toda una lista". Durante la siguiente media hora, Lena y yo repasamos su lista de preguntas, una por una. La mayoría eran preguntas inocentes sobre nuestros clientes, cómo organizamos las citas, qué podía o no podía preguntar, etc., etc. Me habría encantado pasar más tiempo con Lena, pero desgraciadamente decidí interrumpir la reunión y enviarla a casa a estudiar porque tenía un examen de la universidad al día siguiente.

Tres semanas más tarde, Lena y yo pudimos vernos por segunda vez. Llegó con un precioso vestido veraniego... y zapatillas Converse 😅 "Vine en autobús y así estoy más cómoda", me explicó. "Pero he llevo tacones en el bolso. ¿Me los pongo?". "¡No! Así está bien", le dije, mientras empezábamos a caminar hacia el restaurante que ella había elegido. Por suerte para mí, era una noche ventosa y conseguí echar un vistazo bajo su vestido. 🤫 😁

Finalmente, nos sentamos a charlar una vez más. Durante la cena tuve la oportunidad de conocer un poco mejor a Lena. Me enteré de que le encanta Francia y que le gustaría vivir allí algún día, de que fue atleta profesional compitiendo en campeonatos nacionales y que sigue siendo muy deportista hasta el día de hoy, y de que le apasionan los viajes y las ciencias. ¡Quedé impresionado!

Ni que decir tiene que tenía tantas ganas de que Lena formara parte del equipo A, así que le organicé una cita de prueba con un experto en Aphrodite.

Algunos de sus comentarios fueron, y cito: "La primera impresión que te llevas cuando la ves llegar con su mochila es: "Guau, qué chica más dulce, natural y sin pretensiones'"

"Lo que más me encantó fue la frescura que emana de ella ."

"Tiene un sano apetito xxx y te dice con precisión alemana lo que le gusta... censurado"

"¡Y ahí lo tienen, caballeros! ¡Lena ya es toda una estrella de Aphrodite!